Mi recorrido hacia la libertad

Este año me propuse una meta clara, ser más libre. Aunque en el momento no entendí porque me lo planteaba, a medida que fue pasando el tiempo lo comprendí. Dios me concedió evolucionar a sentirme en cada paso más libre, más yo. Comprendí que me tenía que liberar de mi misma y que el primer paso para la libertad era la aceptación total de cada parte de mi. Descubrí que en la medida que más me acepto, más me amo y en la medida que más me amo, más amo a los demás, los juzgo menos y los entiendo más.

Mi recorrido hacia la libertad me ayudó a darme cuenta que puedo decidir como crearme a mí misma a través de las decisiones que tomo día a día. Basando cada decisión en la esencia del amor, dejando el miedo atrás y viviendo cada día en la luz de la inmortalidad.

El amor te hace inmortal.